Ciberseguridad, el gran reto para la banca digital
La tecnología ha mejorado la calidad de vida del hombre en todos sus aspectos. Para las compañías, la introducción de nuevas herramientas ha supuesto mejoras en sus servicios. En algunos sectores, como el financiero y el asegurador, los nuevos sistemas han conllevado cambios radicales en sus estructuras. Sin embargo, la tecnología también ha traído consigo un nuevo enemigo, el ataque cibernético, que puede significar la pérdida de grandes cantidades de información y poner en riesgo a las compañías y sus clientes.
El sector financiero se ha basado siempre en la protección de datos y bienes de sus clientes. Las personas al entregar su dinero a una entidad bancaria, están confiando en ellos para protegerlo. Si un banco sufriera un ciberataque, perdería a la mayoría de sus clientes. De hecho, según apuntan en Cincodías.com: el 90% de los clientes españoles cambiaría de banco si su entidad fuese víctima de un ciberataque.
Para los hackers, el sector financiero es uno de los sectores de mayor atractivo. Los atacantes comprometen los sistemas financieros para robar datos de sus clientes, empleados y el propio negocio para realizarles chantajes millonarios. La proliferación de robos es cada vez más frecuente, con métodos que van desde el elemental phishing hasta formas más complejas de pirateo informático que podría llegar a suponer pérdidas millonarias.
Desde las organizaciones europeas, BCE y EAB, aconsejan a los bancos implementar sistemas de seguridad más complejos que incorporen un modelo de prevención y un modelo que permita medir el impacto y dar respuesta a los ciberataques de manera rápida y efectiva.
A pesar de que las entidades bancarias ya están asumiendo sistemas de ciberseguridad para proteger sus datos, los supervisores europeos van a exigir auditorías internas que evalúen el riesgo derivado de las tecnologías.
