La evolución del efectivo, hacia el pago móvil total
Con el nacimiento de los pagos móviles en el año 2008, comenzó la transformación de las transacciones tal y como las conocemos. Las aplicaciones de smartphones para efectuar pagos sin necesidad de tarjetas de crédito o efectivo, se multiplican cada vez a mayor velocidad.
Desde julio del 2016, podíamos disfrutar de Samsung pay, la primera compañía de telecomunicaciones en ofrecer una plataforma específica en nuestro país, a parte de las diversas entidades bancarias y sus apps correspondientes. Fue en diciembre del mismo año cuando los usuarios en España de IOS, pudieron también comenzar a pagar con sus teléfonos móviles desde el sistema del gigante tecnológico. Y por último, en agosto de este año, Android lanzó su app de pago propia.
Ya eran varios los modelos de negocio que no aceptan pagos en metálico, en este momento, como por ejemplo Uber. Esta medida supone un avance para mejorar las compras y mejorar en aspectos de seguridad, tanto para las empresas, como para los usuarios. En este caso, por ejemplo, los nórdicos se sitúan a la cabeza respecto a las tendencias tecnológicas, debido a que países como Dinamarca, se plantean colgar el cartel de “no se admite efectivo” en gran parte de sus negocios. Pero es en Suecia donde ya se aplica esta política, con un 1% de adquisiciones realizadas en cash, lo que le convierte en el país con mayores operaciones con tarjeta o a través de plataformas de pago NFC del mundo.
Esta tendencia se extiende cada vez más, pronosticando un descenso en el uso de dinero físico, hasta llegar a su desaparición en algunos países, como método para luchar contra la economía sumergida. Según el estudio realizado por International Survey Cashless Society de Ing, son ya un 67% de los españoles los que optan por pagar con el móvil en sus compras diarias, y un 20% de la población europea la que no lleva efectivo.
La tecnología smartphone, con el tiempo, absorberá las acciones cotidianas de nuestro día a día, pero sobre todo en el ámbito bancario, ya vamos camino de poder realizar transacciones P2P o también llamado Sistema de pago Móvil interbancario. Pero el mayor cambio que se prevé es el desplazamiento de los pagos en cash, al predominio de las acciones con dispositivos personales y tecnología móvil.
Y si ya hablábamos de esto en 2017, tras la crisis sanitaria vivida por el COVID19 esto se ha convertido en una realidad aún mayor.
Antes de la crisis sanitaria, hasta el 25% de las transacciones con tarjeta de crédito o débito ya se realizaban digitalmente. Según la consultora Oliver Wyman, el dinero en efectivo terminaría desapareciendo si la tendencia continuaba, como contábamos este pasado mes de mayo en uno de nuestros post.
Sabemos que la aceleración de la transformación digital en el sector de la banca es un hecho, ahora tendremos que esperar a ver cuál es el horizonte que se plantea el sector banca para un futuro próximo.
Fuentes: