¿Jugamos a las finanzas?
¿Qué mejor que un confinamiento para empezar a sumergirte con la familia, en la banca y las finanzas, de la manera más entretenida y lúdica posible? ¡Vamos a jugar!
Hoy te proponemos, para pasar estos días, juegos de mesa, con los que el entretenimiento en familia, está asegurado.
El Monopoly: un clásico de la gestión de las finanzas
Un clásico entre los clásicos. Con diferentes versiones y algunas especialmente adaptadas para niños… Se pueden comprar calles, infraestructuras, construir inmuebles… Todo con el objetivo de vivir de las rentas, que el resto de los jugadores irán pagando, a medida que vayan cayendo en las diferentes propiedades. Todo, antes de entrar en bancarrota. Negociación, pago de facturas… Del juego a la realidad…
Cashflow 101: a un paso de la inversión real
Un juego creado para pasar de la teoría a la práctica… Un modo divertido de enseñar cómo invertir y administrar los activos. Una alternativa, menos costosa y arriesgada, para los que pretenden aprender a invertir.
Con CashFlow 101 aprendes a adaptarte a las necesidades del mercado, a enfrentarte a las malas inversiones, los caprichos y sobre todo a conocerte como inversor.
Pánico en Wall Street: para los experimentados
Este juego, requiere de algo más de nivel… Empresarios e inversores se enfrentan a las diferentes fases de compra-venta, con el objetivo de conseguir la mayor cantidad de dinero posible. Así, unos se endeudarán y otros saldrán con grandes beneficios.
Bancarrota: perder, para ganar…
El objetivo: conseguir la fortuna del tío Federico. Un billón de euros que quedarán a disposición del primero que llegue, siempre y cuando haya entrado en bancarrota antes.
Para conseguir la herencia, has de gastar un millón de euros, antes que cualquiera de tus contrincantes. Así, debes gastar tu dinero, tan rápido como te sea posible. Derrochar y no pensar… Tendrás que acabar en bancarrota y así ganarás la partida y serás el afortunado heredero del tío Federico.
¿Con cuál quieres empezar?
¡Ponte a jugar con los tuyos! y cuéntanos quién se va a encargar ahora de llevar las cuentas por casa…